Era una tarde gélida y tranquila, una brisa helada jugaba entre las ramas de los naranjos. Silencio, Era tal el silencio que al cerrar los ojos podía escuchar el crujir de las hojas al otro[…]
Era una tarde gélida y tranquila, una brisa helada jugaba entre las ramas de los naranjos. Silencio, Era tal el silencio que al cerrar los ojos podía escuchar el crujir de las hojas al otro[…]